POEMAS CONTRA LA VIOLENCIA
1.
Tengo Sed. Me has quitado las praderas del norte,regadas por arroyos de respeto y cariño.Tengo frío. Te has ido con el sur de mi alcoba,dejándome las huellas de tu hielo en mi cuerpo.No sé qué hacer. La vida me parece una tumbadonde me has enterrado viva, una oscuridadirrespirable, un túnel sin salida una muerteprolongada, el vacío, la ausencia, el desamparo.Me siento tan vencida por tu odio, tan débil,tan aterrorizada y tan inexistente,que no puedo llorar, ni llamar por teléfonoa mis padres ( que acaso me dirían: “Aguanta,que por algo naciste mujer”), ni hacerle señasa la vecina desde la ventana. Me quedoacurrucada en un rincón del dormitorio esperando que vuelvas y sigas arrasandocon gestos de desprecio, con golpes y con gritos aquel campo de amor que cultivamos juntos.
2.
Las mujeres como yono saben hablar;La palabra se les clava en lagargantacomo una espina,y prefieren tragárselaLas mujeres como yosólo saben llorar,su remiso llantode repentemanacomouna vena cortada.Las mujeres como yoreciben las bofetadassin atreverse a devolverlas.Tiemblande cóleracontenida.Leonas enjauladas,las mujeres como yosueñan…con la libertad.
3.
Papá, mamá, hoy yo quiero hablar contigo, y decirte lo que en el alma siento cuando de ti recibo un maltrato; pues para mi, cada golpe, cada palabra grosera, y los gestos de tu enojo, son un clavo en mi corazón y aunque de mi saque ese clavito, en mi corazón siempre quedará un hoyito que quizá no pueda nunca rellenar. Pues si tú bien sabes que al cortar una flor y arrancar de ella sus pétalos, sería imposible volver a pegarlos, como es imposible borrar un maltrato. Papá, mamá, recuerda que tu sonrisa genera amor y aprecio, pero tus golpes y gritos sólo generan rencor y sufrimiento.
Mi poema:
La violenzia es igual en todas partes, pero se puede evitar
tu bien sabes que se puede evitar
con amor y dulzura todo se puede aguantar.
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